La retinografía es un procedimiento diagnóstico que se utiliza para obtener imágenes detalladas de la retina, la capa sensible a la luz en la parte posterior del ojo. Este examen sirve para detectar y monitorizar diversas enfermedades oculares, como:
Retinopatía diabética: daño en los vasos sanguíneos de la retina debido a la diabetes.
Glaucoma: daño al nervio óptico, que puede llevar a la pérdida de visión.
Degeneración macular: afección que afecta la visión central, especialmente en personas mayores.
Trastornos vasculares: problemas en los vasos sanguíneos de la retina, como hemorragias o bloqueos.
Detección de otras enfermedades oculares: como infecciones, tumores o anomalías congénitas.
Este procedimiento es no invasivo, rápido y permite a los médicos hacer un seguimiento de la salud ocular, ayudando en la prevención de la pérdida de visión.